Un paseo por sus murallas.

Vista de Jerez de la Frontera del siglo XVI,
con sus murallas, obra de Anton Van den Wyngaerde

Las murallas almohades, del siglo XII, rodeaban por entero la ciudad de Jerez para protegerla y actualmente define el perímetro del casco antiguo.
En el siglo XVIII, para mantener gran parte de la muralla, se permitió construir sobre la muralla de manera que sirviera para conservarla: el dueño del inmueble se encargaba de cuidar de ella y el Ayuntamiento cobraba un alquiler. Lo que ha implicado que parte de la muralla de Jerez se conserve pero no sea visible.
Este hecho se manifiesta especialmente en la C/ Larga y C/ Porvera, en cuyos establecimientos comerciales cuentan con restos de la muralla, y en gran cantidad de bodegas de la C/ Muro y Ronda de Caracol.
 
Detalle de las murallas de Jerez
Hoy además de las torres y muros del Alcázar, se conservan algunos tramos de muralla que podemos contemplar  en las cercanías de la Plaza de Arenal, en los pasadizos de la C/ Porvera, en la C/ Ancha (junto al monumento al descubridor jerezano Nuñez Cabeza de Vaca), o en la C/ Muro, algunas de ellas aún almenadas. También se pueden contemplar las numerosas aperturas en la muralla, los denominados postigos, abiertos para facilitar el tránsito al extramuros, tales como el postigo de los Cuatro Juanes (C/ Larga) y el postigo de Mirabal (C/ Ancha).

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Muro del Alcázar Torres del Homenaje
Las murallas se desarrollan a partir del Alcázar, en el extremo sur del recinto, siendo esta construcción su punto más elevado. De tramo en tramo estaban interrumpidas por torres que a veces hacían las veces de pequeño alcázar en su base.

Los muros tienen 2,60 metros de grosor y 9 de altura. Están realizados en tapial, usando en algunos tramos el ladrillo y la cantería.  La existencia de tierra apisonada deja entrever la situación de precariedad y urgencia con que tuvo que ser levantada la muralla, si bien, el refuerzo posterior delata el estado de alarma que siempre tuvo la ciudad debido a su situación fronteriza.

Corrían desde el Alcázar circunscribiendo la población comprendida entre la C/ Armas - Plaza del Arenal - C/ Lancería - C/ Larga - Alameda Cristina - C/ Porvera - C/ Ancha - Plaza de Santiago - C/ Muro - C/ Ronda de Caracol - C/ Puerta de Rota - Puerta del Arroyo - uniéndose desde aquí, otra vez, con el Alcázar.
 

Durante el periodo almohade y la nueva fortificación, se realizaron cuatro puertas para facilitar las comunicaciones entre la ciudad intramuros y los arrabales que iban surgiendo:

Perímetro de la muralla de Jerez con las 4 puertas:
Puerta Sevilla, Puerta Real, Puerta de Rota y Puerta de Santiago.
  • Puerta Real o del Marmolejo: en la actual Plaza del Arenal junto a calle Consistorio. Comunicaba con el arrabal de San Miguel y era también salida para la bahía. Fue demolida en 1821.
  • Puerta de Sevilla: en la actual Alameda Cristina, en dirección Sevilla. Esta puerta fue la que atravesó el rey Alfonso X El Sabio cuando reconquistó la ciudad. Se derrumbó en 1864, la última de las cuatro en desaparecer.
  • Puerta de Rota: la más estratégica de las puertas, camino de Sanlúcar de Barrameda. No sólo era una puerta, sino un castillo con tres fuertes y altas torres de vigilancia. Debido a su mal estado de conservación, fue la primera puerta en ser derrumbada.
  • Puerta de Santiago: también conocida como Puerta del Olivillo, en la actual plaza de Santiago. Poseía siete fuertes y cinco torres, además de verja y alcazarejo. Comunicaba la ciudad intramuros con el arrabal de Santiago y la campiña. Por esta puerta entraron los Reyes Católicos en su primera visita a la ciudad, recorriendo la trama urbana hasta llegar al Alcázar.
Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.